Después de anoche, noche cargada y extraña, regreso a casa pensando en sucesos, combinando impresiones que se confabulan con frases y rumores de días que he visto pasar, que a vecs se repiten en los días de otros.

Especialmente cuando se trata de mujeres, aquellas que tocan mis sentidos y se describen casi inconscientemente, ellas yan graciosas, misteriosas, atractivas y conflictivas.

Quien no ha sido tocado por los lados de su memoria por ellas.

Quien no ha pasado por la ruleta de las relaciones disfuncionales, es decir, aquellos tipos de vínculo que no están funcionando, por mil y una razones.


Las relaciones de pareja pueden ser un verdadero paraíso donde la convivencia y el sentimiento pueden hacer que la vida sea mucho más alegre, incluso que los problemas sean mucho más llevaderos. Sin embargo, una relación también puede, literalmente, acabar con tu vida. Y no me llamen exagerado o extremista, pero más de una vida destruida he visto por causa de una relación de pareja que no funciona, y más exactamente por haber escogido una pareja destructiva, manipuladora o con problemas psicológicos.


Hace un tiempo me enteraba de un caso de una mujer cuyo novio no hacía más que criticarla, lanzar ataques contra su apariencia, contra sus actitudes, contra todo lo que ella era, incluso llegaba al maltrato físico y al abuso sexual. El personaje en cuestión era alguien alcoholizado, que en momentos de embriaguez se despachaba en ataques contra esta pobre mujer, llegado al punto en que ella intentó el suicidio un par de veces, por fortuna sin éxito. ¿Qué le ve una mujer a un hombre así?

Pues ella lo explicaba diciendo que había una atracción irresistible, pues además de ser un animal el tipo este era bien parecido, yo le decía a ella por aquella época que era una “bestia muy bien disfrazada”, incluso llegué a presentarle a un amigo mío, muy decente por demás, y al preguntarle sobre su opinión acerca de mi amigo me respondió diciendo “mmm, mira Naxos, te agradezco tu intención, pero tu amigo no es mi tipo”, a lo cual yo, irónico como de costumbre, le respondí: “ahh, claro es que los de tu tipo de pegan y te maltratan, recuérdame la próxima vez te presento a un convicto.”


Casos, similares he escuchado en amigos míos. Por ejemplo, cierto amigo dio a parar con una mujer que, la verdad sea dicha, ni siquiera estaba buena, pero que siempre intentaba sabotear sus éxitos de alguna manera, lo alejó de sus amigos, les hacía mala cara, y sembró una serie de dudas acerca de la fidelidad de sus amigos de toda la vida, de tal manera que lo aisló y lo dejó “sólo para ella”, mientras tanto este amigo mío se destacaba en matemáticas y se ganó una beca para estudiar en Rusia, beca que abandonó simplemente porque esta mujer lo manipuló de tal manera que le hizo perder el tiempo y la capacidad necesaria para ponerse a tramitar su viaje y tomar lo que era suyo, su beca.
Tiempo después esta mujer le fue infiel, resultó embarazada, le achacó el bebé y hoy día mi amigo vive con ella, sabe la verdad de que el niño no es suyo, y vive en una situación económica precaria.


Si me preguntan que si esto me parece amor, yo digo que no lo es. En ninguna de las situaciones veo amor, de hecho veo un gran odio, un odio visceral hacia sí mismos. ¿O cómo más puede explicarse que uno deje su autoestima, sus proyectos personales, su amor propio, sus amigos, incluso su familia por otra persona que manipula, maltrata, es desconsiderada e incluso persevera en actitudes hostiles?
Eso para mí se llama desprecio a sí mismo.


Hay razones en la superficie mucho más increíbles, como por ejemplo, el miedo social a dejar a una persona que “aparentemente” es aprobada, y ve uno hombres y mujeres con parejas muy atractivas, que desean mostrarlas y exhibirlas, así en la intimidad tengan que pagar el precio con humillaciones.


Por otro lado veo que las historias familiares tienden a repetirse, y es que personas que provienen de familias disfuncionales, con madres dominantes y arpías, o padres alcohólicos y maltratadores, sigan el patrón y busquen a parejas con esos mismos arquetipos. Las razones están en el inconsciente de estas personas, en su mente se ha instalado una equivalencia compleja del siguiente tipo:


*Si me quiere ENTONCES me maltrata, el famoso "más me pegas , más te quiero"


*Las relaciones no son fáciles y muchas veces merezco ser tratado(a) con dureza, pues no tengo mucho valor.


Lo peor de estas mujeres es que tienen problemas graves a nivel inconsciente y ni ellas saben que las tienen. Muchas veces puedes escuchar a estas mujeres quejándose de su situación, infelices, incluso toman decisiones aparentemente radicales y terminantes de terminar, pero nunca lo hacen, hay algo, un lazo invisible, una “atadura” que los mantiene allí, pegados a su verdugo. Es como una especie de síndrome de Estocolmo, donde la persona se vincula emocionalmente a su secuestrador y se niega a abandonarlo.
También he visto que detrás de esto hay MIEDO, a volver a empezar, a la soledad, a perder algunas comodidades que de hecho se tienen (en el caso de la mujer que narro acá su beneficio era la aprobación social que tenía al estar con un hombre “atractivo”). Algunos tienen ideas en su mente que les dicen cosas como:


*Es mejor malo conocido que bueno por conocer.
*Algo es algo peor es nada.
*Es que así son los hombres/mujeres.
*Es que no merezco otra cosa.
*Es que no quiero estar solo(a).
*No puedo volver a comenzar.


Tales creencias se anidan en la mente, a la manera de virus mentales que incapacitan a la persona, le quitan sus recursos y la dejan inválida emocional y espiritualmente.

La verdad si tuviera la respuesta sería multimillonario o famoso o quizas un Gurú, Ahora alguna vez escuche una teoría algo lógica la cual dice que la mente humana es como el disco duro de la PC , pues contiene programas, para sentir, para hablar, para actuar y el cambio en la mente vendría a ser como un "reformatear" la mente entre estos programas están unos que nos llevan a buscar el placer y evitar el dolor. Pues bien, para nosotros que escuchamos sus historias el placer sería estar con alguien positivo, y el dolor estar con una mala compañía, sin embargo, para estas personas el placer es estar acompañados (de lo que sea) y el dolor es quizá estar solos. Así que sus asociaciones son diferentes y por eso actúan en una manera que no entendemos y que escapa a nuestro sentido común.


Imagina que conoces a una mujer que te atrae, y entre sus cuentos o lo que llegas a saber de ella, está que estuvo enamorada en un hombre que le hizo la vida a cuadritos, que la maltrató, que le fue infiel, que le destruyó su autoestima y que le hizo mucho, pero mucho daño.
¿Qué haces tú en este caso?
Pues bien, estas historias son como pequeñas minas que te dejan esquirlas incrustados en la carne, que duelen y te hacen daño a ti también.


Yo llamo a este tipo de mujer la MUJER ESPINADA Y HOMBRE ESPINADO.

(Creo que te lo comente una vez? tú si tú RDZE, alguna vez te hable al respecto.


Este tipo de persona está toda llena de espinas y si te arrimas te espina y te hiere a ti también. Generalmente despiertan el deseo salvador que tienes, el deseo redentor, incluso despiertan tu compasión, pues sus historias pueden ser verdaderamente desgarradoras y te encuentras preguntándote “¿Cómo le pudo pasar eso? ¿Cómo fue posible que nadie hubiera visto que el(ella) es una mujer/hombre increíble? ¿Qué puedo hacer yo para que ella vuelva a creer en el(ella) mismo(a)?”
Y en ese momento, en ese preciso instante en que pensaste esas cosas ya perdiste.
Ya te clavaste una de esas espinitas agudas, ponzoñosas y venenosas. ¡Ya te piiiip!
Ten en cuenta algo: estas personas espinadas presentan los siguientes rasgos


1. Una autoestima deteriorada hasta más no poder.
2. Un odio consciente o inconsciente hacia los hombres o mujeres.
3. Están acostumbradas al mal trato, y si intentas ser caballero o mujer decente te rechazarán.
4. Un patrón inconsciente que busca repetir la historia.
5. Una atadura psíquica a su maltratador, que hace que en cualquier momento que este personaje aparezca el(ella) se vuelva vulnerable a su influencia. Incluso puede volver con él en cualquier momento y dejarte tirado.
6. Un deseo consciente o inconsciente de venganza.


Así que lo que el(ella) lo que necesita no es a ti, sino a un psicólogo para que trate y elabore sus asuntos, luego con una asesoría profesional y un trabajo personal de tiempo podrán establecer relaciones afectivas constructivas, si ellas no hacen esto se convierten en una bomba atómica ambulante que destruye, en un efecto de bola de nieve, a quienes se atreven a acercárseles. No lo hacen de mala fe, simplemente han sido tan heridas que ellas mismas no son buenas para una relación sana.
Mi consejo: No insistir, no comprenderán razones, no aconsejar, no escucharán, sólo No te busques problemas.