Desperté con la cara toda bañada
la bañe más fuerte, el sueño en la lágrima.
Fue el tormento, los golpes
y en pedazos los vidrios de mi interior.
Yo alcancé a oírte pero la luz se iba.Te busqué entre los destrozados pedazos,hablé contigo.

Mis restos me miraron y yo te abracé.
quebrado caí y en la caída lloré mirándote
Fue golpe tras golpe,
pero los últimos ya no eran necesarios.Apenas un poco me arrastré
entre las esquirlas derrumbadas
para juntarlas, para quedar uno al lado del otro.Ahora los ángeles lloran y los demonios también
Hoy lloran los ángeles, demonios y toda criatura de oscuridad y luz
Sus lágrimas caen en esta tierra de oscuridad y penetran en sus entrañas
Por que es mi llanto preguntaran los demonios
Por que todos tenemos algo en común dicen los ángeles
todos tenemos oscuridad,
mi oscuridad es mayor en esta tierra
mis lágrimas no son de agua, son de sangre.

Sangre de melancolía, sangre sin sentimientos humanos
Sangre que alimenta los ríos de aflicción
Buscaremos a nuestros apóstoles y llevarán mis palabras a todo rincón oscuro
Cada uno de mis pedazos serán escuchados
por las otras criaturas de oscuridad
Y al escucharlos también ellos, llorarán de melancolía
Lloraremos desde tierra podrida,
La oscuridad de nuestros corazones llenará estos campos de sangre
Lloremos nuestra propia sangre

Hoy mi poesía es un lamento congruente.
Letanías de preguntas que no encuentran respuestas.
Puertas cerradas dentro de mi conciencia
tu indolencia que hiere mi espalda
manos temblorosas buscando letras,
y mi voz casi seca tararea una canción de dolor.

Nadie lo entiende ni imploro más compasión.
Tan solo es el latir de mi corazón
Ya no escribas con vidrio sobre mi espalda tus prosas
Doblado de rodillas escondiendo mi rostro
Por la cobardía de la persona que le inyecto melancolía a mis venas.
Que me envenena en el día
Con el que camino en la noche insomne
Ataviado de cadenas y tristeza infinita
Y pariré mi poesía entre lamentos de mi alma entristecida.
Me juzgaran por mi idolatría de amor,
Me dirán burdo y barato
Hoy es muy aguda mi agonía
De aquellos sollozos que no se pueden escribir
Convulsionando aferrado
a los vidrios que dejaste
otroras dias de amor sublimado
hoy solo hay limosnas de afecto condicionado

Todo siempre acaso en vano.